Las cabinas de laboratorio es esencial para químicos, microbiólogos o biólogos. Protege a los trabajadores de amenazas, y controlan la atmósfera para crear un ambiente controlado.
¿Qué es una cabina de laboratorio?
Es un equipo que sirve para crear un ambiente de trabajo cerrado y ventilado. Existen muchos tipos, cada uno con una función específica.
Las cabinas de laboratorio proporcionan las condiciones adecuadas para trabajar con químicos, bacterias, virus, etc. Por ejemplo, puede ser que un virus, bajo condiciones normales, sea muy contagioso. Pero con una cabina, este virus se mantiene bajo control y puede manipularse cómodamente.
Para el caso de los químicos, una cabina evita que los gases se dispersen a través del laboratorio.
Puedes ver los modelos de cabinas de laboratorio con los que contamos a continuación:
Los tipos de cabinas de laboratorio
Actualmente, existen tres tipos:
Cabina extractora de gases
En un laboratorio, pueden existir químicos que emitan gases como los ácidos fuertes, cuando entran en contacto con alguna base o material orgánico. Por ejemplo, el ácido clorhídrico o sulfúrico. Aparte de eso, algunas reacciones generan gases nocivos para la salud.
Para trabajar bajo condiciones seguras, se utiliza una cabina extractora de gases. La cabina extractora de gases previene que los vapores de un químico se dispersen por toda el área.
Estos equipos se caracterizan por contar con una campana, por la que pasan y se expulsan todas las emisiones. Debe estar conectado a un extractor rotativo, para que pueda atraer todo el aire.
Cuando se usa este equipo, el químico o laboratorista necesita estar a una distancia de 15 cm del marco de la ventana. También, tiene que asegurarse de que el aire está siendo succionado por el motor extractor.
A pesar de todo, es posible que una pequeña cantidad de gases pasen al aire del laboratorio, lo que puede provocar afectaciones de salud. Para evitar esto, es vital el uso de cubrebocas con filtros adecuados y trabajar a una distancia prudente.
Cabinas de laboratorio de flujo laminar

Hay ocasiones en las que se necesita trabajar en un ambiente de aire controlado. Que este tenga una velocidad determinada, la cual garantiza un flujo laminar que hace que no exista turbulencia que genere contaminación cruzada y una determinada concentración de partículas en suspensión. Para lograr esto, puede hacerse uso de una cabina de flujo laminar.
La cabina de flujo laminar crea un recinto con una concentración específica de partículas en suspensión. Esto se logra gracias a que cuenta con filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air, por sus siglas en inglés). Cuando el aire pasa a través de estos filtros, partículas de cierto tamaño son retenidas.
A la hora de impedir el paso de partículas con un tamaño mayor a 3 micras, los filtros tienen una eficiencia mayor al 99%. Por eso, se les conoce como de alta eficiencia. Además, permiten un flujo de aire constante, de entre 0.3 a 0.5 metros por segundo.
¿Por qué se les dice de flujo laminar? Porque eliminan las turbulencias del aire, haciendo que este se dirija en una sola dirección.
Este tipo de cabina se usan para hacer análisis microbiológicos (como el cultivo de tejidos), realizar muestreos o pesar algo.
La desventaja de esta cabina es que no sirve para proteger a los trabajadores de agentes patógenos. Por ejemplo, si se está haciendo un análisis microbiológico de una bacteria, es posible que el trabajador se contagie. Por eso, para estos casos, se usa una cabina de seguridad biológica.
Cabina de seguridad biológica

Se usan principalmente para esterilizar el ambiente, y poder trabajar con microorganismos, como bacterias, virus, hongos, entre otros.
Al igual que la cabina de flujo laminar, utiliza filtros HEPA para eliminar las partículas del aire. La diferencia entre la cabina de seguridad biológica y la de flujo laminar, es que pueden usarse más de un filtro HEPA.
Las cabinas de seguridad biológica se divide en tres tipos:
- Clase I: Protege al operador. En este tipo de cabina, el aire pasa a través de un solo filtro, impidiendo la entrada de patógenos. Se usa cuando el riesgo de infección no es muy alto, pero si se requiere un ambiente más estéril, es mejor usar alguno de los otros tipos.
- Clase II: También protege al operador, y además al medio ambiente. La cabina de seguridad biológica clase II cuentan con dos filtros HEPA. Al igual que las cabinas de clase I, se usan cuando el riesgo no es muy alto, o si el aire contiene cantidades pequeñas de material radioactivo. También sirven para ambientes donde existen materiales tóxicos en baja proporción.
- Clase III: La principal diferencia de este tipo de cabina es que tiene tres filtros. Uno en la entrada y dos a la salida. Con este equipo, pueden alcanzarse presiones inferiores a la atmosférica. Sirve para trabajar con los agentes biológicos más peligrosos.
¿Cuál es la mejor cabina de laboratorio?
A la hora de escoger una cabina de laboratorio, hay que tener en cuenta varios factores:
- Con qué tipo de microorganismos o químicos se va a trabajar.
- Cuántas emisiones de gases se producen.
- La concentración de contaminantes en el aire.
Entre otros.
Una vez se hayan definido los puntos anteriores, escoger la cabina adecuada se vuelve una tarea más sencilla.
Si estás buscando cabinas de laboratorio de extracción, de flujo laminar o de seguridad biológica, puedes ver nuestro catálogo aquí.