Existen diferentes tipos de biorreactores. Estos sistemas contribuyen a la producción de bienes esenciales, como alimentos y productos farmacéuticos. Además, mejoran la calidad de los existentes y ayuda a la investigación en diversos fines. Déjanos enseñarte todo al respecto.
Un sistema para cada necesidad
Cada sistema de apoyo crea de manera controlada el ambiente biológico que permitirá a un cultivo vivo interactuar bajo ese determinado ambiente. Se los denomina por la manera en que se acciona el mecanismo para producir la mezcla, ya sea en el laboratorio o para fines comerciales. Si tu proyecto o empresa dependen de los dispositivos biotecnológicos, acompáñanos para conocer más acerca de su tipología y usos.
Hay de bandeja, de lecho empacado, de tambor o el diseño agitado aireado o de tambor oscilante. En la actualidad, se popularizaron los de un solo uso (alternativa a los sistemas lavables), que han expandido la industrialización de terapias biotecnológicas.
- Los reactores son imprescindibles para la vida, tal como la conocemos hoy.
- Lo ideal es que, al llevar adelante tu bioproceso utilizando células vivas o sus componentes, cuentes con equipos que garanticen parámetros y características de desempeño seguros.
- Recuerda que estos equipos favorecen la investigación y producción a escala de bienes y servicios para uso humano, animal o industrial.
- Ten en cuenta que existen diversos sistemas avanzados que van desde los convencionales hasta complejos sistemas y equipos automatizados con dispositivos controladores, sensores y software específico.
Sistemas para el laboratorio
Los dispositivos diseñados para el laboratorio se pueden configurar para diferentes tipos de cultivo. Van desde un rango de volúmen en microlitros hasta 20 litros. Disponen de diferentes tipos de sensores, vasos autolavables, automuestreadores, sistemas de perfusión, entre otros. Pueden ser utilizados en investigación y escreening (cribado; prueba diagnóstica).
Equipos de planta piloto
Los sistemas de planta piloto se fabrican en acero inoxidable. Disponen de configuración flexible y están dotados de mecanismo de esterilización y limpieza en sitio. El rango de volúmen varía entre 7 y 140 L. Utilizan sistemas de control variado, del sistema manual y EZ a los controladores automatizados.
Los de menor rango disponen de sistema de configuración de mesa. Al ir de la escala en el laboratorio a los de planta piloto, su diseño está ideado para soluciones de control escalable.
De producción, los más corpulentos
Al momento de realizar bioprocesos a mayor escala, en Colombia están los reactores biológicos de producción, cuyo rango puede alcanzar 2500 L. Para su esterilización, el sistema construido en acero inoxidable está dotado con recursos adicionales, ya sea limpieza en sitio (CIP) o por vaporización (SIP). El nivel de automatización en producción es avanzado. Permite el trabajo con bolsas desechables. Combina diferentes sistemas de control, desde microcontrolador EZ a los sistemas PLC Siemens, Allen Fradley o Emerson.
Su uso va desde las soluciones personalizadas para diferentes proyectos a los sistemas de producción de acuerdo con las demandas del cliente. Los biorreactores con tanque pueden ser utilizados en laboratorios de producción.
Recursos y equipos especializados
Cada bioproceso depende a su vez de un conjunto de recursos y equipos especializados, entre los que destacan:
Sensores para bioprocesos: Gracias a la más avanzada tecnología, estos sensores permiten la automatización de cada bioproceso.
Software para bioprocesos: Usarlo permite la integración y manejo de datos requeridos, ya sea en trabajos individuales o en equipo.
Biocontroladores y automatización: Bien sea para integrar equipos de muestreo automático, analizadores bioquímicos o de morfología celular, la tarea será más llevadera si apelamos al uso de biocontroladores.
Si bien los dispositivos biotecnológicos favorecen la investigación y la producción de bienes y servicios, existen puntos críticos como la susceptibilidad a la contaminación (en especial en laboratorios de genética que trabajan con microorganismos). Pero prevalecen las ventajas, como la producción de medicamentos e insumos como la insulina, esenciales para salvar vidas.