EL LIOFILIZADOR: EL EQUIPO DE SECADO EN FRÍO
El liofilizador es un equipo que empezó a usarse en la industria farmacéutica. Pero con el paso del tiempo, fue empleándose más y más en la industria alimentaria. Esto se debe gracias a que permite conservar una gran variedad de alimentos, sin que ninguno de ellos pierda sus valores nutricionales, además de reducir su volumen de transporte.
Sin embargo, si buscas comprar un liofilizador, es esencial que sepas cómo funciona, y si realmente cumplirá con tus necesidades.
¿Qué es un liofilizador?
Es un instrumento que sirve para remover la humedad de un producto a través del secado en frío.
El material es introducido en el liofilizador, donde la temperatura es muy baja (normalmente, la temperatura es menor a – 40°C). Con una bomba de vacío, se reduce la presión en el equipo.
Habiendo reducido la temperatura el agua o solvente orgánico se congela. Posteriormente, al bajar la presión, el agua que está en estado sólido pasa a vapor en el proceso que se conoce como sublimación. Así, se separa y recolecta.
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¿Cómo funciona un liofilizador?
Para introducir cualquier material dentro del liofilizador, primero necesita congelarse. Así, se mantiene la estructura molecular. Para lograrlo, se usa un congelador capaz de alcanzar temperaturas bajo cero.
Una vez que el material está congelado, se introduce en el liofilizador, en donde hay una presión de vacío. Por esa razón, este instrumento necesita una bomba de vacío para poder funcionar correctamente.
Gracias al vacío, aproximadamente el 95% del agua sublima. De esta forma, el producto se seca sin necesidad de usar temperaturas superiores a la temperatura ambiente.
El calor contenido en el liofilizador proporciona la energía necesaria al agua para pasar a estado gaseoso, acelerando el proceso. Y el gas que queda suelto, es condensado a bajas temperaturas, regresando nuevamente a estado sólido.
Ventajas del liofilizador
La humedad de un material puede ser retirada a través de otros procesos de secado convencionales. Es decir, empleando altas temperaturas para evaporar el agua y separarla. Sin embargo, al hacer esto con alimentos, muchas veces se alteran los valores nutricionales. Las proteínas, carbohidratos y más, son eliminadas o quedan inutilizadas.
Por otra parte, hacer el secado en frío solo evapora el agua, sin alterar la composición de la muestra. No solo eso, si no que los productos liofilizados mantienen el color, la forma, el sabor y la textura.
El secado en frío, además, permite conservar todo material sin necesidad de tenerlo en un refrigerador. Basta con que esté en una zona a temperatura ambiente y libre de humedad. Por ejemplo, un trozo de carne liofilizado puede estar años en una habitación.
Adicionalmente, los productos liofilizados pesan menos al tener menos agua. Esto hace más fácil su transporte.
La principal desventaja de los liofilizadores es su precio. Es un equipo más costoso en comparación a otros instrumentos de secado. Pero gracias a todas las ventajas que posee, normalmente es una inversión que vale la pena.
¿Qué debes tomar en cuenta antes de comprar un liofilizador?
- La humedad a retirar: Dependiendo de cuánta humedad necesites retirar, será el tamaño de liofilizador que mejor se adapte a tu aplicación. Normalmente, un liofilizador puede retirar, en volumen, la humedad equivalente a la mitad de su capacidad. Por ejemplo, un equipo de 2 L puede retirar 1 L de agua. Tratar de separar más de esta cantidad puede ocasionar una sobrecarga.
- El tipo de congelado: Si el material a liofilizar está en un envase, lo ideal es que ocupe todo su espacio. Sin embargo, dicho material puede ocupar solo una parte del espacio, o estar congelado de forma inclinada. Esto ocasionará una menor eficiencia en la separación de agua.
- Punto de congelación: Una muestra puede tener distintos componentes, y todos deben de tomarse en cuenta. ¿Por qué? Porque cada uno tiene diferentes puntos de congelación. Lo ideal, es que un liofilizador trabaje a una temperatura de 15 a 20°C abajo del punto de congelación. Si uno de los componentes no cumple con esto, el proceso puede hacerse ineficiente.
- El formato de las muestras: La muestra que se quiera liofilizar puede estar en frascos, tubos, bandejas, etc. Dependiendo de esto, existen diversos componentes adicionales que te permitirán personalizar el liofilizador, y adaptarlo a lo que necesites.
Asimismo, existen liofilizadores para uso en laboratorios o para plantas industriales.
Liofilizadores de laboratorio serie DC
Aplicaciones de un liofilizador
Estos equipos se usan en la industria alimenticia para preservar alimentos sin alterar sus valores alimenticios. Sirven para fabricar comida espacial, militar, o comida deshidratada, e incluso comida para mascotas. También, los liofilizadores se emplean para elaborar lácteos.
En la industria farmacéutica, la liofilización se usa para conservar fármacos o vacunas. Además, si un fármaco líquido es transformado en un polvo seco a través de la liofilización, puede transportarse fácilmente y ser usado de la misma forma.
Los liofilizadores han llegado a emplearse en la recuperación de documentos dañados por el agua. Esto no puede hacerse con el secado por calentamiento, pues el papel se convertiría en ceniza.
Estos equipos cuentan con muchas ventajas, y es por eso que son usados por muchos sectores. Sin ellos, productos como el café instantáneo o la leche en polvo serían muy difíciles de conseguir.
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